sábado, 12 de marzo de 2011

De "Dicen que hay que despertar para volver a soñar de nuevo..."

Eso es lo que tuve que hacer yo hace unas tres semanas tras un repentino vete de mi casa. Deje mi tierra natal con la idea de no volver en meses y tuve que volver en menos de un mes. Las peripecias por Manchester duraron menos de lo que esperaba, pero el sentimiento de fustración y rabia perduran dentro de mi ser desde aquel día 19 de Febrero (tan solo tres dias después de mi cumpleaños).
Así que allí me vi yo, en Inglaterra, a kilómetros (como la canción de Sin Bandera) de mi casa y con unas 200 libras en la cartera, y con una señora que corría detrás mía y que pensé que en cualquier momento me cogería del pelo y me tiraría escaleras abajo y todo, porque unicamente decidí hacer una llamada a mi madre (todo sea dicho, con mi teléfono). Con mis maletas preparadas y mi abrigo, dispuesta a reservar un hotel y quedarme un par de días, antes de decidir como continuaba, si sola o me volvía con los míos. Y así lo hice, volví a mis raices, y a reencontrarte con un tren que supuestamente quería perder cuando decidí marcharme.

jueves, 10 de febrero de 2011

De los maybe que se terminan convirtendo en sure...


Aqui estoy yo otra vez...es así como empieza una canción de Luis Fonsí, pero tranquilidad, no os la cantare, el dia en Stockport ha amanecido bastante bueno como para venir y fastidiarlo... En pie desde las ocho de la mañana y eso que hoy es mi first day off (o lo que es lo mismo, mi primer dia libre).

En fin, aqui los dias siguen siendo una locura, pero bendita locura cuando el pequeñin no quiere nada más que le des tu mano y jugar con ella, o cuando en un atisbo de cariño se tira encima tuya, te sonrie y escala todo tu cuerpo. Si... como el dicho ese en España que dice que de pequeños te los comerias, y de mayores te arrepientes de no habertelos comido.




Ayer sali un ratin, ha conocer el barrio y los alrededores y ha ubicar los posibles hoteles a los que puedan llegar mis visitas (porque si, alguien me echa bastante de menos y tiene ganas de verme). Me he hecho distintos propositos, entre ellos el terminar una novela a medio escribir (las ochenta paginicas tienen que llegar al menos a doscientas, asi que me puedo dar prisa) y todas las tardes salir al menos una hora, cada dia una ruta distinta... además de una iglesia que encontrar, comprar los envelopes y stamps para mis cartas... pero eso, son cosas secundarias. Lo dicho, me encantan los maybe que tienen toda la pinta de convertirse en sure, es decir, que espero, en determinados momentos, con impaciencia, que las visitas y los deseos a la maca se conviertan en realidad.


Besitos!!









sábado, 5 de febrero de 2011

De Manchester!!!!



Pues si, aqui que necesitaba cambiar de aires y me vine a Inglaterra, un cambio drástico para algunos supongo... para mi, mejor no decirlo... Después de llorar a todas horas durante tres días seguidos y no ver el sol (y nunca mejor dicho), hoy parece que el ánimo ha vuelto a apoderarse de mi cuerpo y mi persona y veo algo más claro, aunque el sol siga sin hacerse paso entre las nubes.


Supongo que los comienzos siempre son duros... yo pensé que sería más sencillo, no esperaba este torbellino de emociones que se apodera de mi cuando menos me doy cuenta y hace que me vuelva loca. Intento a acostumbrarme a "mi" nueva casa sin que sea verdad que lo es, todo el mundo dando ánimos, todo el mundo me recuerda lo fuerte que soy, y lo cierto es que hay veces que pienso que todo esto fue una locura, que mi vida era mucho más tranquila en España, que las preocupaciones en España eran de lo más triviales ( sin dejar de mencionar, que esas triviales preocupaciones lo siguen siendo aqui).


Haciendome el ánimo para tener el valor un dia de salir a la calle, abrigo y camara de fotos en mano y tratar de conocer todo esto que me rodea, haciendome pasar por una chinita con su afan de inmortalizar todo a su paso. Algún día, supongo, cuando me encuentre con la suficiente fuerza de no sentirme como extraña. Mientras tanto, seguiré haciendo una foto todas las mañanas desde mi habitación y me contentaré con escuchar a Sergio Dalma a través de mi portatil.


Regalo, una foto; una mañana soleada en Manchester

jueves, 20 de enero de 2011

De Pablo...

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

(Te quiero)

lunes, 6 de diciembre de 2010

Del caos

Volviéndome loca. Para que pensar si no me das las respuestas correctas. En algunas ocasiones creo que disfrutas con todo esto, que solo es un juego en el que tu marcas las reglas, y que esas reglas, yo las desconozco. Vienes, vas y desapareces, pero aquí estas. Siempre, permanentemente, y aunque eligiera oscuridad, seguirías estando. Supongo que no habrán luces sin sombras.

Esto es un caos y pareces saberlo. Es un caos, porque tu escribes el guion. Es un caos porque no tengo el control. Solo quiero respuestas, no quiero que deducciones sobre Humphreys, Ingrids y demás historias.

Solo quiero saberlo, aunque me quede tocada y hundida, pero saberlo.

sábado, 20 de noviembre de 2010

De soñarte

Anoche soñé con él… Fue quizás, raro, extraño, pero le soñé. Después de tanto tiempo, años diría yo, ahí estás. Me abro paso entre la multitud de un local, que no sabría decir cuál es, y te encuentro de frente, ladeo mi cabeza y giro para volver por donde había venido, pero alguien, me coge del brazo. Me giro y allí te veo, de pie, sin hacer nada. Aún me sujeta el brazo, y por su forma de mirarme, no tiene intención de soltarlo.

Estoy tranquila, siempre pensé que al llegar un momento así, flaquearían mis fuerzas y no tendría valor, pero hago que disminuya la distancia entre nosotros. Le miro fijamente, y no dejo que el perturbe mi mente. Entonces, arrollado por no sé que fuerza, me coges el brazo y me encierras contigo en un cuarto que no logro adivina cuál es. Me apoyas contra la puerta y me cercas con tu mirada.

Ahí estas, mirándome a los ojos con indiferencia y yo recordando, cuando activabas tu autocontrol y yo era capaz de destruirlo con solo acercarme lentamente a tu cuello. Tengo la tentación de hacerlo nuevamente, por el placer de demostrarnos que aun tengo el poder de seducirte, pero desisto. Me sigues mirando, intento descifrar tus pensamientos, pero me auto convenzo de que eso, da igual. Estas jugando, pero no me das miedo.

Me cercas con la mirada y con el cuerpo, apoyas tus manos sobre la puerta, creando una prisión con tus brazos, pero no me intimidas. Entonces, abogas por disminuir la distancia entre los dos, haciendo que nuestros cuerpos se queden prácticamente pegados el uno, al otro. Levanto la mirada, siempre fuiste algo más alto que yo, y te aguanto la mirada desafiante, demostrándote que no tengo intención de perder. Haces lo mismo y juegas a acercarte lentamente hacia mi cuello, me dejo, por el placer de ver quién gana la batalla o de si nadie la pierde. Finalmente, me dejas libre y afloja la prisión que suponen tus brazos, pero no has dado el golpe final… Me coges por los hombros y acercas tus labios a los míos y descargas y profundo y pasional beso. Te separas, nadie ha perdido, pero has caído nuevamente.


Me despierto en la mañana … Tranquila pero deseando que el sueño, únicamente comenzará ahí.

domingo, 7 de noviembre de 2010

De echarte de menos (sin querer)

Medias negras y su minifalda vaquera estrenada en verano. Caminaba sola por la calle aquella noche de otoño con la esperanza de que fuera la última vez que lo haría en mucho tiempo. Su rebeca azul y su bolso cruzado… Aquella noche el viento movía algo el frio, pero el recuerdo de él la abrigaba –tengo que comprar tiritas para el corazón- pensó para sí misma; - para su corazón y el mío-.

Caminaba mirando al suelo, recordando, le echaba de menos demasiado, aunque se esforzara por disimularlo. Aun se acuerda de la última despedida, cuando le dio dos besos en la mejilla, y dando media vuelta volviendo a casa. Cuando hubiera deseado cogerle la cara con sus manos y darle un cálido beso en los labios. De esos de los que él siempre espero y que quizás, nunca llegaron. De sus abrazos cuando los necesitaba. De no hablar por no molestar.

Caminaba recordando deseando volver el tiempo atrás. De haberle conocido con el corazón recompuesto y sin miedo a querer. Caminaba recordando cuanto le echaba de menos, y cuanto deseaba que a él también le pasara. Que se pusiera frente a su puerta y dijera - No te vayas-, que la cogiera por la espalda y le diera un suave beso en el cuello.

Caminaba mirando al suelo pensando en los besos que le faltarían por dar. Deseando que irse le hiciera olvidar que ya no está.