domingo, 7 de noviembre de 2010

De echarte de menos (sin querer)

Medias negras y su minifalda vaquera estrenada en verano. Caminaba sola por la calle aquella noche de otoño con la esperanza de que fuera la última vez que lo haría en mucho tiempo. Su rebeca azul y su bolso cruzado… Aquella noche el viento movía algo el frio, pero el recuerdo de él la abrigaba –tengo que comprar tiritas para el corazón- pensó para sí misma; - para su corazón y el mío-.

Caminaba mirando al suelo, recordando, le echaba de menos demasiado, aunque se esforzara por disimularlo. Aun se acuerda de la última despedida, cuando le dio dos besos en la mejilla, y dando media vuelta volviendo a casa. Cuando hubiera deseado cogerle la cara con sus manos y darle un cálido beso en los labios. De esos de los que él siempre espero y que quizás, nunca llegaron. De sus abrazos cuando los necesitaba. De no hablar por no molestar.

Caminaba recordando deseando volver el tiempo atrás. De haberle conocido con el corazón recompuesto y sin miedo a querer. Caminaba recordando cuanto le echaba de menos, y cuanto deseaba que a él también le pasara. Que se pusiera frente a su puerta y dijera - No te vayas-, que la cogiera por la espalda y le diera un suave beso en el cuello.

Caminaba mirando al suelo pensando en los besos que le faltarían por dar. Deseando que irse le hiciera olvidar que ya no está.

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