jueves, 16 de agosto de 2012

De dias de agosto.

Jueves, 16 de agosto, 10:52 de la mañana.

Llevo dias dandole vueltas a mi cabeza, sobretodo esos ratos que sabeís que son intimos y personales para mi (de vuelta a casa después del trabajo, o marchando al trabajo)... Me imaginaba que después de la otra noche eso sería inevitable, y sobretodo cuando al día siguientes decides volver a caer... al fin y al cabo es algo sencillamente normal, te gusta -le gustas, atracción y ganas de pasar un tiempo en buena compañia.  Hasta ahi es todo de lo más normal y entendible.

Sin embargo, creo que por mi propia naturaleza masoquista, siempre hay un pero. Y esos peros son los que tienden ha hacerme la vida mas imposible de lo que debería de ser; me conformaría con que mi vida fuera un tanto liviana y no lo consigo. Sigo sin implicarme emocionalmente, pero me aterra en pensar que pasará la próxima vez, quizá porque para mi lo sencillo sería que no existiera próxima vez. Soy consciente que el seguramente estará haciendo su vida, y que no está esperando por llegar y verme la próxima vez. Lo de estar aqui y vernos y estar juntos,  digamos que eso es un efecto colateral de habernos conocido...Pero me conozco y me conocen lo suficiente como para saber que la única que saldrá herida de aquí seré yo... Porque tarde o temprano, me implico en las relaciones que no tienen futuro, sobretodo cuando la parte contraria no tiene sentimiento alguno (aunque mi mejor amiga me diga que algo así puede tener futuro y que "aún" es pronto para que exista algun tipo de sentimiento por parte de él). Prefiero ser más prágmatica y pensar que debo cortar esto de raíz y la proxima vez olvidar que le conozco. Mas aún cuando hace 4 días del ultimo mensaje y ni siquiera ha sido capaz de contestar.

Esto es lo que temia del verano, que un "no tan caballero andante" apareciera y trastocará mi existencia... que hasta ahora transcurria placidamente sin conflictos emocionales entre lo que mi razón y mente dicen y lo que mi agobiante corazón late. Afortunadamente se que volverá a pasar...que pasarán los días y olvidaré que él existe, hasta que un día como otro cualquiera, al llegar a casa del trabajo, me llegue un mensaje diciendo que esta aqui y que quiere estar conmigo.

Hasta entonces, procurare por todos los medios que en  este dichoso conflicto emocional mi mente le gane la batalla al corazón que bombea mi sangre.


miércoles, 8 de agosto de 2012

De engañarnos

Agosto, tres de la tarde, calor sofocante.

Acabo de salir de trabajar, gafas de sol y pensamientos varios. Mis cosas siempre son importantes en ese instante del dia que tardo en llegar a casa. Saco el movil, enciendo en wifi y por arte de magia, tu primer mensaje en dos meses. Al final has conseguido acertar y dar en la diana.

De que estas aqui, te apetece verme, no, te apetece "estar conmigo", de actualizar listas varias e instantes después quedar en un punto intermedio a las once de la noche. Tu llegar tarde con mi cara de tonta. Y mis pensamientos varios con tu cara de ganas. Una cerveza y, besos y arrumacos varios . Minutos después buscamos algo.

Y de nuevo, una rápida espiral. Besos en un ascensor, me agarras de la cintura como si pensarás que me echare atrás y saldré huyendo. Y entonces, como tantas otras veces abres la puerta de ese apartamento que ya me conozco demasiado bien. En medio del pasillo comienzo a besarte y cada vez hay más calor. Desnudez. Esta vez es mas rápido de lo normal. Terminar, levantarme. Tu te acercas al baño y yo me visto rápido. Pantalones y... ¿camiseta donde estas?.

Sales y me ves, lamentando que yo trabaje y tu estes de vacaciones. Que yo madrugue y tu tengas toda la noche por delante. No te miro y tu me miras demasiado. Últimos besos y de vuelta al ascensor. Una pequeña diferencia, esta vez ya sabes donde vivo.


******************************************************************************************************

Es curioso, la última vez me prometi que inventaría alguna excusa para verte y sin embargo, me ha faltado tiempo para no hacerlo. Siempre me he imaginado en una escena de esas mujeres solas, independientes y trabajadoras, de las peliculas americanas esas vestidas de ejecutiva que llegan, cogen y se van, de las que ellos se terminan enamorando poco a poco porque no las pueden tener.

Desde que le conocí me dije que esto no merecía la pena y que no llevaba a ningún sitio y sin embargo, me gusta estar con él. Supongo que porque me implico emocionalmente lo justo y eso es un punto a su favor.

Anoche me dijo algo "trabajo por turnos, por lo que no puedo venir todas las veces que me gustaría"... Y a mi me gustaría saber que significó eso... Venir más amenudo no mejoraría esto, es más, probablemente lo empeoraria. Me gustan las situaciones cuando puedo controlarlas y sinceramente esto es tan fácil de manejar que no consigo ser capaz de hacerlo.

Ahora el problema es mayor, por fin tienes mi número y yo tengo el tuyo.