martes, 23 de abril de 2013

Anoche terminé de leer un libro, si es que puedo llamarlo así, ya que únicamente constaba de 170 páginas y después de leer algo como los Pilares de la Tierra, un libro con tan pocas páginas puede parecer…. Corto o insulso… que no quiere decir que el libro sea malo.

La historia es simple, una pareja que se supone que esta supermegaenamorada y va a casarse porque ella es la mujer de la vida de él (palabras propias de él), la historia es que llega el gran día y él (al que no quiero poner calificativo, porque sería despectivo) manda una nota en la misma invitación de su boda en la cual, simplemente anota:

“Lo siento. No puedo hacerlo. Leo”

Si, y eso que es la mujer de su vida, que no puede vivir sin ella y todas esas cosas que se supone que sientes por otra persona con la que se supone que vas a casarte (y deja la nota, después de que la pobre muchacha se haya pasado como una imbécil esperando veinte minutos en la puerta de la iglesia manteniendo la esperanza con algo tan sencillo “estará en un atasco”), lo dicho, imaginaos la pobre protagonista, echa polvo, volviendo a casa y encerrándose en si misma, entretanto, consigue salir de un bucle nada aconsejado, y a verse como por casualidad con un chico que luego resulta ser todo un primor y del que causalmente se termina enamorando. A todo esto, llega comienza a recibir extrañas advertencias relativas a quien debe confiar, y el innombrable que la deja planta en el altar desaparece, hasta que un día, por arte de magia se lo cruza en mitad de la calle y como quien no quiere la cosa le pide quedar esa misma semana para hablar, y porque le debe una disculpa (chico, que la has dejado tirada, le debes más que eso). Total, que después de eso, de forma nuevamente causal, recibe un mensaje donde la cita un día y una hora y un sitio; y allá que va ella, toda mega arreglada para demostrarle lo que se ha perdido, cuando llega al sitio en cuestión y descubre que su ex, esta con…. (tachan, redoble de tambores) con su MEJOR AMIGA y además compañera de curro, por eso de la traición duela más; y extrañamente conforme ha llegado, se va.

Al final os podéis imaginar que termina pasando, ella descubre que esta locamente enamorada del otro chico, y bueno, que al final si que hay una boda, boda (a grandes rasgos).

La historia es que mirar que he leído libros de este tipo varias veces, en el que siempre hay un final feliz y todo termina maravillosamente bien como en los cuentos de princesas esos de … vivieron felices y comieron perdices… Pero este libro-relato me ha dejado, fría, por decirlo de alguna forma, con un poco de desasosiego, y creo saber el porque… No ha entrando en la venganza de la traición, así de simple.

Ella se planta en un restaurante y descubre que su ex se la estaba pegando con su mejor amiga y lo único que hace es coger y irse?? No, no, lo siento, que no somos tontas, acércate a la mesa, les das la enhorabuena (eso si, totalmente de forma irónica) y muy digna tu les indicas que son tal para cual, que no tienen vergüenza y al menos das a entender que lo sabes todo y que no eres tonta, chica, hazlo así, jope, hay que hacerles pasar un mal rato. De esto de dejarles en ridículo y que todo el mundo vea que clase de personas son.

Y lo mejor de todo, es que estas son situaciones que se dan en la vida real y mi pregunta es ¿Para que retener a una persona a tu lado si no la quieres, si no quieres estar con ella, si ya no te importa? ¿Si ya estabas haciendo una doble vida? ¿Es necesidad de ser tan absolutamente cruel? La respuesta es sencilla NO, NO, Y MIL VECES NO.

No hay necesidad de ser tan egoísta uno mismo y retener a alguien al lado por el que no se siente nada, porque al fin y al cabo lo único que haces es (además de infeliz) que este desaprovechando los mejores años de su vida, le estas negando la posibilidad de ser feliz, y ¿porque? ¿Qué poder tienes sobre una persona para negarle ser feliz? Es algo tan sencillo como que si no me quieres en tu vida, déjame (con la canción de los secretos) porque habrá alguien que si me quiera en su vida; si luego te arrepientes, siempre hay forma mil formas de volver a la vida de una persona, pero solo si eres sincero.

Generalmente no nos damos cuenta, pero la indiferencia y el odio crecen demasiado rápido, así como tardan demasiado en abandonarnos; y lo peor de todo, es que en muchas ocasiones, son sentimientos totalmente innecesarios.


Pd. Por si a alguien le interesa, el libro es “Cuando no estés” de Ana G. Vega

lunes, 1 de abril de 2013

De hacer fácil lo difícil.

Siempre he pensado que lo que hace grande a las personas es la honestidad. El valor para decir a la cara lo que está bien y lo que esta mal. Muchas veces no somos conscientes del bien que hacemos con estas acciones, como tampoco somos conscientes del dolor les cuesta a esas personas su sinceridad. Creerme, necesitamos ser conscientes que muchas veces la persona que muestra su sinceridad, la que nos da el toque de atención, es la que siente más dolor.

La mayoría de las veces no somos conscientes del daño que hacemos con los errores que cometemos; y desgraciadamente, muy a menudo, cuando nos damos cuentas de esos errores, ya es demasiado tarde para rectificar. Nadie es perfecto, de eso también debemos ser totalmente conscientes. Lo que nos queda en estas ocasiones es realizar lo verdaderamente difícil: admitir que nos hemos equivocado, y pedir disculpas y perdón a las personas dañadas; y ante todo, esperar que la otra persona tenga el corazón lo suficientemente grande, como para hacer el acto de fe de perdonarnos y aceptar nuestras disculpas.

Si no desean aceptarlas, lo único que nos queda es tratar de aprender de nuestros errores y  mejorar como personas. Nadie es perfecto y el que lo crea así, seguramente estará equivocado, pero eso es algo, que yo sinceramente, nunca juzgaré. Ya es demasiado dolorosa la culpa.

Todo ello aunque en ocasiones seamos conscientes que no es suficiente. Si tenéis a vuestro alrededor a alguien tan altruista como para aceptar vuestras disculpas, dar gracias. No todas las personas esta dispuesto a perdonar.